Sí, todas son importadas y sí, son caras, pero vale mucho la pena probarlas. ¡Salud!
- Fat Tire. Las cervezas de Bélgica usan una paleta mucho más amplia de ingredientes como frutas y especias, que las alemanas o inglesas. Fat Tire se ganó al público al balancear sus sabores: ahumada, con sabores acaramelados y fresca en su gusto.
- Arrogant Bastard. Esta cerveza es, como su nombre lo indica, arrogante. Sus creadores dicen que no es apta para mediocres y que no cualquiera puede manejar su intensidad. Su sabor profundo y su calidad son incuestionables.
- Red Trolley. Esta cerveza es de lo mejor en cuanto a cervezas de malta. Cada lote de esta cerveza ganadora de múltiples premios es fermentada con media tonelada de maltas caramelizadas para darle ese color cobrizo profundo y su característico sabor. Tras agregar la mezcla perfecta de lúpulos, se fermenta para obtener las notas de pasas y grosella. Exquisita.
- Shipwrecked. Cerveza cremosa con aroma a malta y notas florales, ligera y cítrica. Muy sabrosa y refrescante.
- Bad King John. Oscura, intensa y pesada. Le hace honor a su nombre. Esta cerveza no acepta sutilezas.
- Brooklyn Lager. Cerveza clara de color ámbar con un núcleo de malta y notas florales amargas y refrescantes. Suave, muy sabrosa y excelente para acompañar cualquier comida. Una cerveza muy americana.
- King Goblin. La leyenda cuenta que esta cerveza se destila únicamente durante la Luna llena con malta cristalina y chocolate que producen una mezcla sutil y con riqueza de tonos. Solo para conocedores.
- Chimay Blue. Esta cerveza forma parte de un selecto grupo de cervezas reconocidas como auténticas trapenses. Son elaboradas durante años y deben su exquisito sabor a su particular levadura y a la pureza de las aguas de los pozos de la Abadía donde son preparadas. Cara y difícil de conseguir, pero vale mucho la pena.