La serie ‘Queen Charlotte’ desató la polémica acerca de las verdades y mentiras históricas de la nueva producción que ya se ve en Netflix.
Queen Charlotte: Una historia de Bridgerton es una de las producciones más recientes de Netflix. Esta nueva serie forma parte del universo de Los Bridgerton: en concreto, es un spin off que nos cuenta la historia de Charlotte de Mecklenburgo-Strelitz, quien gobernó Inglaterra entre los años 1761 y 1818.
Como suele ocurrir en algunas series históricas, la producción incurre en ciertas omisiones o libertades argumentales que rompen con el rigor histórico del periodo en el que se centra. Por ello, es una buena oportunidad para narrar la historia real de la reina Charlotte y repasar las fallas y aciertos de la serie que ya está en Netflix.
Vida de la reina Charlotte
Carlota de Mecklenburgo-Strelitz nació en Mirow, actual Alemania, en 1744. Según diversas fuentes, era una joven educada, que amaba las artes y conocía la lengua francesa.
La historia de Carlota no se puede entender sin la presencia de su marido Jorge III. Este personaje heredó el trono a los 22 años tras la muerte de su padre, Federico Luis de Gales. Esto obligó al nuevo rey a pensar en casarse. Después de un proceso de elección entre las princesas protestantes alemanas, eligió para contraer matrimonio a Carlota.
Las crónicas relatan que cuando la princesa Carlota de Mecklemburgo-Strelitz conoció a Jorge III en 1761, se arrojó a sus pies en señal de súplica. Esto provocó que el rey inglés la levantara, la abrazara y la condujera por el jardín escaleras arriba hasta el palacio. Pocas horas después, la princesa alemana se casó con Jorge, convirtiéndose en la nueva reina de Inglaterra.
A sus 17 años, Carlota se convirtió en la reina consorte de Jorge III. Ambos fueron coronados en la Abadía de Westminster en 1761. Menos de un año más tarde, nació el primero de los 15 hijos que tuvieron. Una de las grandes tragedias en la vida de los reyes es que dos de sus hijos fallecieron antes de llegar a la vida adulta.
La primera residencia de la pareja real fue el Palacio de St James. Si embargo, en 1762 se mudaron al recién adquirido Palacio de Buckingham. En este sitio, la reina desarrolló su pasión por la botánica.
Como amante de las artes, Carlota recibió lecciones de Johann Christian Bach, el hijo del ilustre compositor Johann Sebastian Bach, e impulsó de la carrera musical de un tal Amadeus Mozart.
La locura del rey
Charlotte y George disfrutaron de una relación afectuosa y fructífera que terminó hasta que la enfermedad mental del rey transformó violentamente su personalidad a finales de la década de 1780.
Los trastornos mentales de Jorge III aparecen en la trama de Los Bridgerton. Esta situación fue tan complicada que el rey se convirtió en una amenaza para la reina. Asimismo, su enfermedad le imposibilitó que siguiera al frente del trono. Esto llevó a que se nombrara a Jorge IV como Príncipe Regente, aunque Carlota continuó siendo la responsable de su marido hasta su muerte. Hoy en día, estos años se conocen como el periodo de la Regencia.
Charlotte murió en su habitación, en el Palacio de Kew, en 1818, por complicaciones de neumonía, a los 74 años. Se encontraba alejada de su marido y sentada en un sillón negro, rodeada de sus hijas Augusta y María, el príncipe regente y el duque de York. Jorge III falleció dos años más tarde en el Castillo de Windsor.
La polémica histórica: ¿la reina Charlotte era negra?
La serie de Netflix presenta a la reina Charlotte con piel negra, lo cual originó un debate similar al de la serie sobre la reina Cleopatra, a quien también la representan con la piel oscura. Algunos historiadores sostienen la hipótesis de que la reina Charlotte tenía ascendencia africana, mientras que en los archivos biográficos de la Casa Real Británica no aparecen datos sobre ella ni de su familia.
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Al respecto, el historiador Mario de Valdés y Cocom planteó en 1997 la posibilidad de que Charlotte fuera descendiente directa de Margarita de Castro y Sousa, perteneciente a una rama negra de la casa real portuguesa. El historiador basó su hipótesis en que la reina se ve representada con sutiles rasgos africanos en algunos retratos.
Sin embargo, otros expertos apuntan que la relación genealógica entre Carlota y Margarita de Castro y Sousa es demasiado lejana, ya que hubo alrededor de 15 generaciones entre ellas.
Al igual que ocurre en su serie hermana, Queen Charlotte: Una historia de Bridgerton se toma importantes libertades históricas. Quizás la más importante es la que tiene que ver con la relación entre razas. La serie presenta a Carlota como una mujer cuyo matrimonio abrió las puertas a la gente de color en la Inglaterra del siglo XVIII.
Queen Charlotte amplía esta idea acerca de la igualdad racial, y lo justifica cuando la madre de Jorge, la princesa Augusta, concede apresuradamente títulos a familias negras adineradas para “rehacer la nobleza a imagen de su [nueva nuera]”, como escribe Alison Herman para Variety.
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