Conoce la historia y los orígenes del Halloween, una fascinante época del año donde lo sobrenatural y misterioso están a la orden del día.
¿Quieres conocer la historia y los orígenes de Halloween, una de las festividades más populares alrededor del mundo? Aquí te contamos todo lo que quieres saber detrás de actos como tallar calabazas, pedir dulces y llevar disfraces terroríficos la noche de Halloween. Esta celebración también ha tenido una fuerte repercusión en el cine: hay muchas personas que en las vísperas de Halloween gustan de ver películas de terror como parte de sus rituales de celebración. Vayamos mejor a revisar los orígenes del Halloween, una fascinante época del año donde lo sobrenatural y misterioso están a la orden del día.
Samhain
Esta celebración tiene sus raíces en la antigua fiesta celta de Samhain (palabra gaélica que se pronuncia “SAH-win”), una celebración religiosa pagana para dar la bienvenida a la cosecha al final del verano, en la que la gente encendía hogueras y se disfrazaba para ahuyentar a los fantasmas.
En el siglo VIII, el Papa Gregorio III designó el 1 de noviembre para honrar a los santos. Poco después, el Día de Todos los Santos incorporó algunas de las tradiciones de Samhain y, con el paso de los años, cambió su nombre a Halloween.
¿Por qué se tallan calabazas?
La tradición de tallar calabazas se originó en Irlanda utilizando nabos en lugar de calabazas. Supuestamente se basa en una leyenda sobre un hombre llamado Stingy Jack que atrapó al Diablo y sólo le dejó marchar con la condición de que nunca le llevara al Infierno.
Pero cuando Jack murió, se enteró de que el Cielo tampoco quería su alma, por lo que se vio obligado a vagar por la Tierra como un fantasma durante toda la eternidad. El Diablo le dio a Jack un trozo de carbón ardiendo en un nabo tallado para iluminar su camino.
Con el tiempo, los lugareños empezaron a tallar caras terroríficas en sus propios nabos para ahuyentar a los malos espíritus.
Los espíritus caminan por la Tierra
La fiesta de Samhain marcaba la transición al nuevo año, es decir, el final de las cosechas y el principio del invierno. Los celtas creían que durante la fiesta los espíritus caminaban por la Tierra. Más tarde, los misioneros cristianos introdujeron el Día de Todos los Santos, el 2 de noviembre, que perpetuó la idea de que los vivos entraban en contacto con los muertos en la misma época del año.
Disfraces terroríficos
Para evitar ser aterrorizados por todos los espíritus malignos que caminan por la Tierra durante Samhain, los celtas se ponían disfraces para no ser confundidos con esos espíritus.
El origen del truco o trato
Hay mucho debate sobre los orígenes del famoso ‘truco o trato’, el acto de pedir dulces la noche de Halloween, pero en general hay tres teorías.
La primera sugiere que durante Samhain, los celtas dejaban comida para apaciguar a los espíritus que recorrían la Tierra por la noche. Con el tiempo, la gente empezó a disfrazarse de estos seres sobrenaturales a cambio de ofrendas similares de comida y bebida.
La segunda teoría especula con que la bendición de los caramelos procede de la práctica escocesa del guising, que es una versión secular del souling. Durante la Edad Media, generalmente niños y adultos pobres recogían comida y dinero en los hogares locales a cambio de oraciones por los difuntos el Día de Todos los Santos. Los guisers abandonaron las oraciones en favor de prácticas no religiosas con la inclusión de canciones, bromas y otros “trucos”.
Una tercera teoría sostiene que el ‘truco o trato’ estadounidense moderno tiene su origen en el belsnickeling, una tradición navideña germano-estadounidense en la que los niños se disfrazaban y luego llamaban a sus vecinos para ver si los adultos podían adivinar la identidad de los disfrazados. En una versión de la práctica, los niños eran recompensados con comida u otras golosinas si nadie conseguía identificarlos.
Gatos negros
La idea de que los gatos negros traen mala suerte y están asociados con lo sobrenatural se remonta a la Edad Media, cuando estos felinos de pelaje oscuro se consideraban un símbolo del Diablo. Siglos más tarde se extendió la creencia de que las brujas tenían gatos, sobre todo negros. La gente empezó a creer que los gatos eran los “familiares” de las brujas y que las ayudaban en sus prácticas de magia negra. Desde entonces, los gatos negros, el miedo y el Halloween han estado unidos en el imaginario colectivo.