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El origen del nuevo Silver Surfer (Shalla-Bal) del MCU en los cómics, explicado
La actriz Julia Garner fue la elegida para interpretar a Silver Surfer. Sin embargo, esta versión no será la tradicional representación masculina del personaje, el alienígena Norrin Radd.
El reboot de Los Cuatro Fantásticos de Marvel Studios por fin empieza a tomar forma. El reparto de la primera familia de Marvel incluye a Pedro Pascal como Mr. Fantástico, Vanessa Kirby como La Mujer Invisible, Joseph Quinn como La Antorcha Humana y Ebon Moss-Bachrach como La Cosa. Una de las grandes sorpresas de esta producción es la elección de uno de sus héroes más famosos: nos referimos a Silver Surfer.
Hace unos días se reveló que Julia Garner fue la elegida para interpretar a Silver Surfer. Sin embargo, esta versión no será la tradicional representación masculina del personaje, el alienígena Norrin Radd, sino un personaje con estrechos vínculos con el héroe, Shalla-Bal.
El papel de Garner como Silver Surfer tiene algunos precedentes en los cómics. Por ello te vamos a platicar sobre todo lo que necesitas saber sobre Shalla-Bal, el nuevo Silver Surfer del MCU.
Los orígenes de Shalla-Bal en Marvel Comics
Shalla-Bal apareció por primera vez en Silver Surfer nº 1 en agosto de 1968 como una creación del guionista Stan Lee y el dibujante Jon Buschema. Aunque Silver Surfer fue parte importante del Universo Marvel durante los dos años anteriores, este fue el cómic que profundizó en su historia. En él se reveló que Shalla-Bal era la mujer a la que Silver Surfer amaba.
Ella era la emperatriz del planeta Zenn-La y la pareja sentimental de Norrin Radd. Cuando Galactus llegó para devorar su planeta, Radd se ofreció voluntario para convertirse en el heraldo de Galactus a cambio de salvar su planeta y, por tanto, la vida de Shalla-Bal. Radd recibió poder cósmico y se transformó en Silver Surfer.
Tras años separados en los que enfrentaron a villanos como Galactus, Doctor Doom y Mephisto, los amantes volvieron a encontrarse. Silver Surfer incluso le dio parte de su poder cósmico para salvarle la vida. Sin embargo, debido a lo mucho que habían cambiado en su tiempo separados, ya no podían estar juntos. Ella siguió gobernando su planeta mientras Silver Surfer viajaba por el cosmos.
Aunque tenía parte del poder cósmico en el Universo Marvel principal, Shalla-Bal nunca llegó a convertirse en Silver Surfer en la continuidad principal 616 de Marvel Comics. Eso cambió en Universo X, un cómic publicado entre septiembre de 2000 y noviembre de 2001 que presenta un futuro distópico para el Universo Marvel.
En esta historia, Silver Surfer descubre que Galactus es necesario para el equilibrio cósmico. Con la ayuda del Alto Evolucionador, el dúo hace evolucionar a Franklin Richards, el hijo de Reed Richards y Susan Storm de los Cuatro Fantásticos, para que se convierta en el nuevo Galactus.
Franklin transforma a Shalla-Bal en su propia versión de Silver Surfer, permitiéndoles a ella y a Norrin servir como heraldos para él y reunirse una vez más.
¿Por qué Marvel eligió a Shalla-Bal como Silver Surfer en lugar de Norrin Radd?
Esto podría deberse a que esta producción se quiere diferenciar de la anterior versión cinematográfica del Silver Surfer, pero podría haber una razón argumental más específica. Los Cuatro Fantásticos se estrenará en 2025 y forma parte de la saga Multiverso. La foto del reparto nos hace pensar que la película se ambientará en la década de 1960. ¿Es posible que no tenga lugar dentro del MCU, sino en una realidad alternativa?
En esta realidad, quizás Shalla-Bal se convierte en el Silver Surfer, y al final, los Cuatro Fantásticos podrían encontrarse con su propio universo destruido y varados en el MCU principal. Aquí se encontrarían con el Silver Surfer del MCU, es decir, Norrin Radd, mostrando cómo la historia se desarrolló de manera diferente en cada universo.
Esto pareció confirmarse al día siguiente, cuando Marvel publicó una ilustración de la Antorcha Humana que mostraba una ciudad de Nueva York de fondo, pero una ciudad retrofuturista más extensa que era popular en las ilustraciones de la década de 1960.
Habrá que esperar.