La lista de Schindler está considerada como uno de los mejores retratos cinematográficos del Holocausto de todos los tiempos.
Dirigida por Steven Spielberg, La lista de Schindler es la historia de Oskar Schindler, un empresario que se afilia al partido nazi, pero que acaba salvando a 1.200 judíos de los campos de exterminio cuando los contrata como mano de obra para su negocio. Protagonizada por Liam Neeson, Ralph Fiennes y Ben Kingsley, esta película está considerada como uno de los mejores retratos cinematográficos del Holocausto de todos los tiempos.
El propio Spielberg dice que es su mejor película. La brillantez de La lista de Schindler reside en su crudo realismo, sus brillantes interpretaciones y su fotografía entre el color y el blanco y negro, detalle que guarda un profundo significado
Por qué La lista de Schindler alterna entre el blanco y negro y la fotografía a color
La elección visual de Spielberg fue muy meditada para lo que esperaba transmitir a través de la película. El director no quería embellecer el Holocausto. En una entrevista concedida en 2024 a The Hollywood Reporter, Spielberg recordó que su drama de 1986, El color púrpura, que se centra en el tema del racismo, fue criticada: “Me acusaron de embellecer El color púrpura porque tenía una paleta muy brillante para un tema tan oscuro”, recuerda.
El cineasta no quiso repetir su error del pasado: “No voy a colorear el Holocausto”, declaró Spielberg a The Hollywood Reporter. Y por ello la fotografía que usó fue un blanco y negro total.
Además, en una entrevista citada en el libro The Making of Schindler’s List: Behind the Scenes of an Epic Film, Spielberg explicó que rodar en blanco y negro representa la falta de vida del propio Holocausto. “El Holocausto fue la vida sin luz”, dijo. “Para mí, el símbolo de la vida es el color. Por eso una película sobre el Holocausto tiene que ser en blanco y negro”.
Esta decisión también dio a la película un profundo sentido del realismo y una sensación de documental para evocar los horrores del genocidio nazi.
Hasta la escena final, La lista de Schindler permanece en blanco y negro con la única excepción de la ya icónica escena de la niña del abrigo rojo, símbolo de inocencia en medio de una situación oscura y aterradora. En la última escena, Spielberg cambia al color para simbolizar la cálida luz de la esperanza.
Si el color monocromático representa la oscuridad del Holocausto, el color del final significa una sensación de optimismo, representada a través de la transformación de Oskar Schindler.