El hombre elefante nos cuenta la historia real de un individuo que sufre severas malformaciones en su rostro y cuerpo, por lo cual se le exhibe en una feria como si fuera un fenómeno.
Para el año 1980 no había ningún Oscar que reconociera el trabajo de los maquilladores y peluqueros en las producciones cinematográficas. Su trabajo prácticamente pasaba desapercibido y se veía sólo como algo utilitario para hacer que las actrices y actores lucieran frente a la pantalla. Sin embargo, ese año la historia cambiaría con la película de David Lynch El hombre elefante, la cual presentaba un trabajo más que destacado en el uso de efectos prostéticos.
El trabajo del equipo de maquillistas en esta película fue tan bueno que generó una serie de protestas por la falta de reconocimiento de esta categoría en la ceremonia del Oscar.
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El hombre elefante nos cuenta la historia real de un individuo que sufre severas malformaciones en su rostro y cuerpo, por lo cual se le exhibe en una feria como si fuera un fenómeno. Un médico (Anthony Hopkins) le conoce y lo lleva consigo a una reconocida universidad para estudiarlo y mantenerlo en un ambiente seguro y digno.
El actor John Hurt fue el encargado de protagonizar el papel de John Merrick, conocido como el Hombre Elefante. Hurt tuvo que soportar un rodaje difícil, sobe todo por el maquillaje protésico al que se sometió para lucir las severas deformaciones de su personaje.
El artista no reconocido
Christopher Tucker estaba al frente del departamento de maquillaje para la película de Lynch. Tucker tenía un reconocida trayectoria gracias a los efectos protésicos en películas de época, fantasía y terror. La tarea de transformar a John Hurt en Merrick fue su trabajo más ambicioso hasta ese momento.
En 1980, El hombre elefante llegó a los cines y cosechó un gran éxito comercial y de crítica. Tras su estreno, la producción recibió ocho nominaciones a los Oscar, entre ellas las de mejor película, mejor director y mejor actor para John Hurt. Sin embargo, el trabajo de Christopher Tucker no fue reconocido por la Academia.
Aunque en 1964 y 1968 se concedieron Oscar honoríficos a los logros en maquillaje por Las 7 caras del Dr. Lao y El planeta de los simios, respectivamente, en 1980 no existía una categoría oficial para el Mejor Maquillaje.
Esto encendió el debate ante la falta de reconocimiento por parte de la Academia hacia los efectos de maquillaje de la película. También puso de manifiesto décadas de descuido hacia un área fundamental en el cine. La rica historia del séptimo arte está plagada de asombrosos efectos de maquillaje que han permitido a los intérpretes fusionarse con sus personajes. Muchos comenzaron a preguntarse por qué la Academia no premiaba el trabajo de tantos artistas que hacían auténticas obras maestras a través del maquillaje.
Gracias a El hombre elefante, se creó una categoría para Mejor Maquillaje de manera definitiva. Tucker y su equipo de maquilladores no recibieron el reconocimiento por su trabajo, pero sus esfuerzos se vieron recompensados al abrir un camino para otros artistas. Al igual que los efectos visuales, el maquillaje y la peluquería influyen en las películas a gran escala para conseguir una recreación histórica y psicológica adecuada para la historia.