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Marvel Zombies: Supercadáveres y el arte de comerse a sí mismos
Marvel Zombies es una de los mejores ejemplos de como hacer funcionar la premisa más insólita dentro del rango del entretenimiento puro, convirtiéndose en una pequeña obra de culto.
Por: Jesús Chavarría
Al margen de la trascendencia que tuvo en el mundo de los cómics, lo que al dar el posterior y lógico salto a la televisión, sería ese fenómeno de popularidad llamado The Walking Dead, su creador entregó Marvel Zombies, un absurdo que además de convertirse en un éxito editorial, funcionaría como una implacable herramienta para transgredir tanto el concepto moderno de los muertos vivientes, como el de los superhéroes mismos.
La clave de tal atrevimiento no fue otra que hacer de la voracidad el motor principal de la historia, lo cual dio como resultado que el protagonismo lo llevaran por completo los zombies, quienes además en este caso se caracterizaron por tener cierto grado de conciencia, dependiendo su nivel de hambre claro está, algo que aunque ya se había visto en títulos como Toe Tags -publicado por DC en 2004- del legendario George Romero, impulsor del zombie moderno en el cine; es poco usual en este tipo de producciones.
Pero eso no fue todo, también tuvo el agregado de que dichas criaturas eran ni más ni menos que los personajes más populares de Marvel, manteniendo así el gancho principal en cuanto al mercado se refiere, además de llevarles a una insólita y retorcida situación que sirvió para mostrar su lado más oscuro, en algunos casos cuestionar sus motivaciones, y en otros más, burlarse de ellas con toda la mala leche posible.
Si de hambre hablamos…
Un gigante de rayos gamma que tras darse un atracón de carne humana y huesos, regresa a su forma original con el estómago a punto de reventar -literal-; un sujeto con habilidades arácnidas siempre atormentado por el remordimiento, que ahora también lloriquea y se arrepiente de haberse comido a su esposa y su tía; un científico que puede aumentar su tamaño y en su búsqueda por entender su nueva circunstancia, mantiene vivo a su alimento para comerlo poco a poco y extender su efímera lucidez.
Esto y mucho más, es lo que el relato ofrece, jugando con la idea de lo que pasa cuando una infección convierte en cadáveres ambulantes a seres con superpoderes, quienes por obvias razones son capaces de devorar en segundos a la población humana, y es que en tales circunstancias, hasta ellos olvidan que eran héroes.
Claro que tratándose de Robert Kirkman, el asunto no termina ahí y es llevado hasta sus últimas consecuencias, por que si de voracidad se trata, no podría dejar de hacer acto de presencia uno de los más poderosos e imparables gigantes cósmicos, el temible Galactus “devorador de planetas”.
Zombies podridos, pero lucen como nunca
Por su parte, las ilustraciones de Sean Phillips –Batman, Hellblazer– , con base a trazos toscos de tinta, son un fiel reflejo de la brutalidad de la propuesta y una forma de referir el estilo del gore.
Sin duda, Marvel Zombies es una de los mejores ejemplos no solo de como hacer funcionar la premisa más insólita dentro del rango del entretenimiento puro, sino convertirla en una pequeña obra de culto que homenajea y satiriza por igual.
Las portadas de Arthur Suydam –House of Secrets y House of Mystery– son un atractivo aparte, pues presentan versiones zombie de ilustraciones emblemáticas de los cómics de superhéroes, con su particular estilo pictográfico, las cuales vienen convenientemente incluidas en la recopilación de lujo en un solo tomo publicada en nuestro país.