10 años del MCU: Iron Man

En el contexto cinematográfico que vivimos hoy, hay una fecha clave en la era moderna del séptimo arte: el 4 de mayo del 2012, estreno de Marvel’s The Avengers. La película que reunió a los héroes más grandes del Planeta abrió con una taquilla de 207 millones de dólares y un 92% de aceptación en Rotten Tomatoes. Desde entonces, la franquicia de Marvel ha recaudado más de 15 mil millones de dólares en todo el mundo con su serie de películas basadas en los superhéroes de los cómics.

Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin aquella que lo comenzó todo. El Universo cinematográfico de Marvel comenzó un 2 de mayo del año 2008 con la frase: “Yo soy Iron Man”.

Pero, ¿cómo llegamos a 10 años de una franquicia que ha cambiado a la industria del cine y la cultura pop?

Gracias al filme protagonizado por Robert Downey Jr, quien había sido una estrella de cine en los años 90 y regresó triunfalmente para renacer de las cenizas, Marvel Studios logró lo que toda casa productora desea: un legado, uno que a una década de su concepción, se atribuye directamente al filme de Jon Favreau y cada uno de los elementos que conformaron la primera gran producción basada en los personajes de “La casa de las ideas”.

La realización de Iron Man tenía todo en su contra: el director encargado venía de dedicarse a la comedia en cine y TV, el protagonista era –en aquél entonces– conocido mayormente por sus escándalos y días en prisión… ¡incluso el guión no estaba terminado al momento del rodaje! Finalmente, el mayor riesgo puede llevar a la mayor recompensa y la cinta fue un rotundo éxito debido a la cautivadora interpretación de Downey Jr. al dar vida a Tony Stark.

Marvel Studios se caracteriza por darle una gran prioridad al desarrollo de sus personajes, dejando a un lado a los villanos (los cuales suelen ser flojos o pasar desapercibidos).

Prueba de esto es la escena inicial de la película. En vez de presentarnos el contexto de la historia o los orígenes del mundo que estamos por conocer, Iron Man comienza con una escena que presenta la personalidad completa de Tony Stark; en tan sólo unos minutos conocemos quién es este playboy, a qué se dedica, su sentido del humor y cuáles son sus motivaciones. Todo esto cambiará al final, cuando esta versión de nuestro héroe se funda con el nuevo héroe en el que se ha convertido: Iron Man.

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Tras la explosión que mantendrá preso al protagonista durante el primer acto, la historia comienza a fluir llevándonos a un recuento de quién fue el hombre detrás de esta egoísta pero simpática personalidad. En la primera hora de la película no hay más que una escena sin Tony Stark (la cual dura apenas 40 segundos), mientras que en el resto del filme podemos ver cómo Tony cambia gracias a su intelecto, avances tecnológicos y empatía por su visión renovada del mundo. El director Jon Favreau vio en Iron Man un líder: si Tony Stark sería el protagonista de una posible franquicia, lo más coherente sería darle todos los elementos necesarios en su filme en solitario para provocar empatía total en la audiencia, creando así un nuevo ícono de la cultura pop. El camino del actor fue el mismo del personaje, recuperándose de una vida diferente para emerger a algo mejor. Esto le dio cierta credibilidad a su interpretación, resonando por siempre como uno de los mejores renaceres en la industria del cine.

Para ser una película de acción, la falta de esta hizo posible al actor destacar como personaje y no cómo una serie de elementos que harían un producto audiovisual más de Hollywood. El filme tiene apenas 21 minutos con escenas de acción, en su mayoría colocadas a lo largo de los tres actos de la historia (contrastando los 45 minutos en promedio de sus futuras entregas como Avengers y Civil War). La acción de Iron Man, además, únicamente está centrada en su personaje. De estos escasos momentos de peleas y explosiones, la mayor parte del tiempo tenemos la cámara enfocada en la armadura del héroe o en su rostro dentro del traje (con Jarvis hablándole).

A pesar de ser un filme enfocado únicamente en el protagonista, la película también comienza, sin planearlo, las bases para el futuro de otros personajes: Pepper Potts, interés amoroso de Tony Stark y Nick Fury son tan sólo algunos de los miembros de la familia de Marvel Studios que debutaron en esta entrega y que regresaron a sus roles casados con cada uno de sus personajes. Lo importante de esto es que el desarrollo del protagonista nunca detuvo la creación de un Universo cinematográfico para Marvel, popularizando la implementación de easter eggs para que los lectores asiduos de Marvel. Este nunca fue el plan y, sin embargo, la franquicia recogió los frutos de estas decisiones.

El elemento más importante para la futura creación de este MCU sería el personaje de Clark Gregg: Phil Coulson. Su interpretación como agente de S.H.I.E.L.D. a lo largo de la cinta lo llevarían a ser aquél puente entre los diversos personajes que llegarían después a la franquicia. Curiosamente, esto nunca fue parte del plan: en el guión origial, Coulson apenas tenía una fracción de diálogos de lo que obtuvo en el corte final. Al ver la química entre Gregg y Robert Downey Jr, Jon Favreau decidió extender la participación de este personaje en la cinta, dándole la oportunidad a la saga de películas de crecer en el futuro. Sería este nexo entre los héroes y su noble sacrificio al final de Avengers lo que darían forma final al Universo cinematográfico de Marvel Studios.

La primer fase de Marvel es fascinante por seis cintas enfocadas específicamente en el desarrollo de sus protagonistas y la elaboración de un Universo completamente nuevo. Cada una de las películas que nos presentaron a los héroes que conformarían a Los Vengadores tienen un gran sentido humano y representan los valores y virtudes de cada uno de ellos. Nada de esto hubiera sido posible sin la primera entrega, sin Robert Downey Jr. imprimiéndole su personalidad y humor a Tony Stark, entregándole a Marvel Studios la oportunidad de experimentar con personajes que llevaban años siendo iconos de culto, llevándolos nuevamente a las masas en un formato fresco, agradable y bien retribuido.

Iron Man no es la mejor cinta de Marvel, dado que el estudio ha producido filmes más grandes y ambiciosos, sin embargo el estreno de esta película puede ser uno de los hechos más importantes en la historia moderna de Marvel, creando un nuevo imperio vendiéndonos algo tan sencillo como un personaje, uno que hasta la fecha es clave en cómo se cuentan historias en el cine y la televisión.