1989 es recordado por ser el año de la “batimánía”, debido, principalmente, al estreno de la cinta Batman de Tim Burton. En ese entonces aparecieron todo tipo de productos basados en el personaje, desde llaveros, playeras, juguetes y los famosos vasos coleccionables de refresco, entre muchas otras cosas. En los cómics, llegaron el Batman #429 (la muerte de Jason Tod, Robin II) y el 436 (la primera aparición de Tim Drake, Robin III), Batman: Gothic y Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth, ambas de la pluma de Grant Morrison, y por supuesto, Batman: Gotham by Gaslight, de Brian Augustyn y Mike Mignola.
Su importancia fue tal que tendría una secuela (Master of the Future, 1991) y próximamente una adaptación animada. No es extraño que intentaran volverla un videojuego.
En 2009, debido al éxito del videojuego Batman: Arkham Asylum, Day 1 Studios (F.E.A.R.) y THQ (Saints Row) comenzaron a planear un juego basado en la novela de Augustyn y Mignola. Se hicieron algunos diseños para las pantallas de menús y un demo de cómo luciría.
Aún se desconoce si el juego no vio la luz porque a THQ no le gustó mucho el proyecto, o si fue porque no pudieron obtener los derechos. El caso es que sólo se quedó a nivel de “hubiera estado cool”.
En el año 2013, una expansión de Batman: Arkham Origins, ofreció un traje alternativo basado en el usado en Gotham by Gaslight, el cual permite imaginar más a detalle cómo habría sido este juego si hubiera llegado a existir.