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Spider-Man de 1977: el «primer» Spidey del cine
Recuperamos la historia de la película de Spider-Man de 1977, surgida del programa de televisión del superhéroe de Marvel Comics.
Por Lalo Ortega
Hoy nos resulta imposible imaginar un panorama cinematográfico sin Spider-Man. Vaya, que el masivo éxito del cine de superhéroes en la actualidad no sería posible sin su filme de 2002, dirigido por Sam Raimi. Es una parte tan integral de la cultura pop de los últimos veinte años, que Tobey Maguire es a menudo llamado la primera, mejor y única versión del trepamuros. Generalmente olvidan, o ignoran, que existió Spider-Man de 1977.
Los setenta aún estaban por convertirse en una peculiar época para los superhéroes. Faltaba un año para que Lou Ferrigno se convirtiera en la mole verde en la serie The Incredible Hulk. En materia de capas y mallas, la década sería definida por Superman de Richard Donner, también de 1978.
Marvel Comics, mientras tanto, atravesaba un buen momento de popularidad. La editorial podía permitirse experimentar incluso en nuevos medios, como la radio y la música. En 1975, Stan Lee narraba una serie radiofónica de Fantastic Four, y Spider-Man tenía su propio álbum: Rock Reflections of a Superhero. No es broma.
Para los superhéroes de las estáticas viñetas, dar el salto al cine o la televisión era (y aún es) como el Santo Grial. Spidey sería de los primeros en hacerlo en forma con Spider-Man de 1977… pero ésta no fue la primera aparición del arácnido en TV ni en el celuloide.
Las primeras telarañas
Spider-Man “llegó” al cine en la década de los sesenta… aunque lo hizo de forma no oficial. Donald “Don” Glut, quien hizo carrera posteriormente como guionista de televisión y algunas novelizaciones, dirigió una película del arácnido en 1969.
Él mismo protagonizó su fan film de Spider-Man, que usaba una mezcla de trucos básicos (como poner la cámara de lado) y rudimentaria animación en stop-motion para contar su historia. Ésta enfrentaba a Spidey con un villano original, el Dr. Lightning.
El álter ego de Peter Parker haría su siguiente aparición en live action en 1975, durante una serie de sketches humorísticos para la cuarta temporada de serie educacional The Electric Company.
Estos sketches, titulados Spidey Super Stories, tenían un mínimo de acción, y presentaban a Spider-Man persiguiendo a los culpables de pequeñas travesuras, más que crímenes reales. El protagonista hablaba en burbujas de texto, contrario al resto de los personajes. Sí, es tan malo como suena.
Spidey Super Stories precedió a Spider-Man de 1977 por dos años, así que hay quienes la consideran el debut “real” del personaje en live action.
Spider-Man de 1977: la película que no es película
Para otros, en cambio, la primera aparición de Spider-Man vino con el live action de 1977, pues se trató de una verdadera película… más o menos. Dirigida por E. W. Swackhamer (cuyos créditos incluyen The Flying Nun y Law & Order), la película tuvo estreno en salas de cine en varios territorios, pero en Estados Unidos se estrenó sólo en televisión. Sirvió como un improvisado piloto para la serie The Amazing Spider-Man de 1978.
La cinta seguía a Peter Parker (Nicholas Hammond, de The Sound of Music), con la historia de origen que todos conocemos. Dotado de increíbles habilidades por la mordedura de una araña radioactiva, Parker tenía que detener a un hipnotista extorsionador (Thayer David), quien amenazaba con provocar un suicidio en masa si no recibía varios millones de dólares.
Así es: no había Green Goblin, ni Doctor Octopus, ni Mysterio. El antagonista era un hipnotista que podía manipular a las masas a voluntad. Algo muy parecido a lo que vemos con Kilgrave (David Tennant) en Jessica Jones.
Naturalmente, dadas las limitaciones técnicas de la época, los efectos especiales eran bastante básicos, y por lo mismo, la acción fue muy restringida. Aunque apreciada hoy en día por ser la primera incursión fílmica de Spidey, la realidad es que parecía una película de kung fu de serie B.
“Si Spider-Man tenía que estar en el piso 90 del Empire State, el equipo tenía que tomar el elevador, abrir la ventana y decir ‘OK, Nicholas, vas’”, recordó Hammond en una entrevista previa al estreno de Spider-Man de 2002. “No había trucos ni efectos por computadora”.
Cuando el piloto salió al aire, disparó los ratings de la CBS. “En el primer día de rodaje, pasé todo el día en mi tráiler y salí vestido como Peter Parker, con su fea chamarra de pana y su cámara en el cuello”, narró Hammond. “Casi de inmediato, unas 500 personas se detuvieron y comenzaron a mirarnos. Me llamaban ‘Peter’ o ‘Spidey’. De pronto me di cuenta que la gente estaba mirando esto, les gustaba y les emocionaba”, explicó el actor.
La CBS no tardó en autorizar la producción de una serie de televisión. La primera temporada, de sólo seis episodios (contando la película como piloto) se transmitió durante 1978. Los dos primeros episodios, The Deadly Dust partes 1 y 2, fueron lanzados en cines de Europa como una película titulada Spider-Man Strikes Back.
Sin embargo, cuando la serie continuó con su segunda temporada, entre 1978 y 1979, había pasado el furor. La producción no contaba con personajes de los cómics, más allá de James Jonah Jameson (David White y Robert F. Simon) y la tía May (interpretada por diferentes actrices en cada episodio). Con varias producciones de superhéroes también en su programación (como el Hulk de Ferrigno y The New Adventures of Wonder Woman, con Lynda Carter), CBS temió ser percibida “meramente” como un canal de superhéroes, así que canceló la serie del arácnido. Los últimos episodios fueron agrupados y estrenados en Europa y México como la película Spider-Man: The Dragon’s Challenge de 1981.
Spider-Man de 1977 fue un hito por marcar el debut fílmico del superhéroe, al menos en parte. Traer a la vida al trepamuros era un logro en su momento, y el propio creador del personaje, Stan Lee opinó que “a nivel técnico, creo que hicieron un buen trabajo. Las escenas de él escalando las paredes… en esos días, no tenían los medios que existen hoy, así que lo hicieron bastante bien”.
Sin embargo, fue muy claro al decir que la serie como un todo, sencillamente, no le gustó. “Siento que quienes hicieron la serie en live action dejaron fuera los elementos esenciales que hacían popular al cómic”, expresó Lee. “Quitaron el humor. Quitaron el interés humano, la personalidad, las caracterizaciones y problemas personales”.
Más allá de Spider-Man de 1977
Podríamos decir que “el resto es historia”, pero hubo algunas piedras más en el camino. Tōei, compañía responsable por las series de efectos especiales tokusatsu, comenzó a producir la serie Supaidāman en 1978, con todo y robots gigantes. Para los ochenta, sin embargo, el fracaso de Superman III auguraba que el momento del cine de superhéroes había pasado.
Sin embargo, en el ínter, la hoy extinta Cannon Films adquirió los derechos del personaje de Marvel Comics, y se planeó una película de Spider-Man cuyo guión pasó por varios borradores. En uno de ellos, Peter Parker era transformado en una araña humana. En otro, Otto Octavius era interpretado por Bob Hoskins, y sería mentor de un Parker encarnado por Tom Cruise (sí, en serio). Se pensó en Katharine Hepburn para la tía May, y Stan Lee quiso ser J.J. Jameson (sí, muy en serio). El proyecto cambiaría de manos varias veces, e incluso llegó a pasar por las de James Cameron. Los tiempos cambiaron para Marvel Comics y, en los noventa, comenzó a vender derechos de sus personajes a estudios de cine para salir de la bancarrota.
Sabemos que la historia termina con Sam Raimi en Sony Pictures, pero queda la anécdota de cómo adquirió el estudio los derechos. En 2018, se dio a conocer (vía The Wall Street Journal) la historia del “día que acabaría por definir el futuro de los superhéroes en el cine.
El ejecutivo Yair Landau, de Sony, se reunió con la entonces cabeza de Marvel, Ike Perlmutter, pues querían asegurar los derechos fílmicos totales de la franquicia, no sólo para la distribución en DVD. Perlmutter ofreció al estudio todos los personajes de la editorial, desde Iron Man hasta Ant-Man, por 25 millones de dólares.
Landau llevó la oferta a sus jefes en Sony. ¿La respuesta? “A nadie le importan una mierda los otros personajes de Marvel. Ve y negocia sólo por Spider-Man”.
Dos décadas más tarde, podemos decir que Sony no manejó muy bien la responsabilidad que conllevaba un gran poder. Con el fracaso de The Amazing Spider-Man 2 de 2014, el estudio tuvo que buscarse otro acuerdo con Marvel Studios. El resto, ahora sí, es historia.