Recordando a Satoshi Kon, a ocho años de su muerte

Satoshi Kon nació el 12 de octubre de 1963 en Sapporo, Hokkaidō, al norte de Japón. Se graduó como diseñador gráfico por la Universidad de Arte de Musashino. Fue un gran aficionado de la obra literaria de Yasutaka Tsutsui. Murió como consecuencia de haber contraído cáncer de páncreas el 24 de agosto de 2010, a los 46 años de edad.

En su carrera fungió como animador, guionista y director. Sin duda, sus obras más reconocidas son sus películas Perfect Blue (1997), Millennium Actress (2001), Tokyo Godfathers (2003) y Paprika (2006). Satoshi Kon era un crítico de la tendencia común del anime de tratarse “sólo de robots y chicas lindas”, pues él veía en el medio un enorme poder comunicativo. “En animación, todo lo que intenta comunicarse está ahí”, dijo. Su obra ha servido de inspiración a directores occidentales como Christopher Nolan y Darren Aronofsky

Aunque el tono de sus películas no siempre es el mismo, Kon tenía un interés evidente en los sueños y cómo éstos se funden con la realidad. Entendiendo los sueños como una forma de alucinación que nos es propia, pero, al mismo tiempo, independiente de nuestra voluntad, sus personajes a menudo se enfrentan con un mundo de lo concreto que se desdibuja para dar paso a imágenes fantasmagóricas.

Este esfuerzo llegó a su cumbre con Paprika. Apoyándose en la novela original de su admirado Yasutaka Tsutsui, Satoshi Kon creó una película que se desliza entre la realidad y el sueño, mostrando hasta qué punto lo que llamamos realidad depende de lo que hay en nuestra mente.

Su muerte tomó al mundo por sorpresa, pues Kon no quiso hacer público el diagnóstico que recibió pocos meses antes de morir. Optó por pasar ese tiempo en casa, con su esposa.

Descanse en paz, uno de los más grandes maestros.