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El oscuro final de ‘Pretty Woman’ que Hollywood no se atrevió a filmar
El guion original de Pretty Woman se llamaba 3.000 y fue escrito por J.F. Lawton. Su idea original era muy diferente a lo que terminó siendo.
Pretty Woman es algo así como una historia de princesas en un ambiente cotidiano y urbano. La historia va sobre una chica llamada Vivian (Julia Roberts) que se dedica a la prostitución y su vida cambia por completo cuando comienza un romance con un empresario interpretado por Richard Gere. Después de que los protagonistas superen obstáculos de todo tipo, las cosas salen muy bien en el desenlace de la cinta, sin embargo, su final original estaba lejos de ser romántico y feliz como lo conocemos en la actualidad.
La versión más popular de la historia afirma que la productora ejecutiva de la película, Laura Ziskin, exigió que la película dirigida por Garry Marshall tuviera un final alegre, convirtiendo la película de un drama oscuro en otro cuento de hadas con un toque moderno.
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“No quería una película cuyo mensaje fuera que vendrá un buen tipo y te dará ropa bonita y mucho dinero y te hará feliz”, dijo Ziskin en un artículo de la revista People de 1991, en el que se le atribuye haber cambiado el final de la película. Sin embargo, las cosas ocurrieron de una manera distinta.
La historia del oscuro final de Pretty Woman que nunca se filmó
El guion original de Pretty Woman se llamaba 3.000 y fue escrito por J.F. Lawton. Su idea original era muy diferente a lo que terminó siendo: una de las comedias románticas más famosas de todos los tiempos.
Lawton era un guionista en apuros cuando escribió por primera vez 3.000 a finales de los 80. Según el escritor, intentaba hacer algo nuevo para conseguir un trabajo.
“Era un guionista que intentaba conseguir trabajo, estaba en paro y trabajaba en postproducción e intentaba vender guiones, y había estado escribiendo todos esos guiones de ninjas y comedias, y no conseguía que me hicieran caso”.
“De repente me dije: ‘Bueno, quizá tenga que hacer algo más serio y dramático’, y escribí un guion llamado Red Sneakers, sobre una cómica lesbiana con una sola pierna que era alcohólica, y de repente me prestaron mucha atención. La gente estaba muy interesada. La gente me hablaba”.
El guion original contiene muchos de los momentos y escenas más recordados de la película, como una visita a la ópera, una serie de malas experiencias de compras y la elegante cena entre el hombre de negocios y la prostituta, quien conoce un modo de vida inédito para ella.
Un desenlace radicalmente opuesto a la idea original
A pesar de ello, el tono y el final de la historia de Lawton son completamente diferentes al resultado final que todos conocemos: Vivian viaja en un autobús con destino a Disneylandia en compañía de su amigo Kit. El viaje de alguna manera es financiado por la semana que ella pasó con el empresario. Mientras el autobús avanza, Vivian se queda mirando al vacío. Su vida volverá a ser la misma de siempre y la estancia con el empresario quedará como un mero recuerdo.
El final original no impidió que a Hollywood le encantara el guion, así que los productores Arnon Milchan y Steven Reuther, de Vestron, lo adquirieron. Cuando su empresa quebró, los derechos de la película pasaron a Disney, que buscaba un relato más oscuro para que fuera dirigido por Garry Marshall. Éste quería dejar el estudio para dedicarse a otros proyectos, pero le intrigó el guion de Lawton.
Lawton reescribió el guion con un final feliz, pero el resultado no satisfizo a muchos involucrados en el proyecto. “Los ejecutivos me dijeron que lo había aligerado demasiado. Creo que probablemente me habrían sustituido de todos modos, pero la razón por la que afirmaron despedirme es que lo aligeré demasiado y estaban preocupados”, recuerda Lawton.
Julia Roberts y Richard Gere: la pareja perfecta
Garry Marshall estaba convencido de hacer el proyecto: “Mi visión era una combinación de cuentos de hadas. Julia [Roberts] era Rapunzel, Richard [Gere] era el Príncipe Encantador y Hector [Elizondo] era el hada madrina. No parecía una visión que todo el mundo tuviera, pero yo sí”.
“La química entre Roberts y Gere era perfecta. Los actores aportaban tal simpatía y encanto que no creí que el público quisiera un final oscuro, y no estaba de más que yo fuera de la escuela de los finales felices”.
Guionistas como Stephen Metcalf, Robert Garland y Barbara Benedek, contribuyeron con algunas ideas sobre el material original de Lawton, quien no veía con malos ojos la participación de otros escritores en su obra.
“Estaba encantado. Esa es la otra cara de la moneda, que se supone que yo soy el artista herido en todo esto, el que pintó el da Vinci o lo que fuera, y luego lo recortaron. Yo era un tipo que escribía películas de ninjas y trataba de conseguir trabajo. El hecho de que Disney viniera y quisiera hacerlo como una película de gran presupuesto con un director importante fue algo genial”.
Hasta la fecha, Lawton sigue siendo el único guionista acreditado del proyecto. Sin embargo, también Garry Marshall fue responsable de varios detalles de la película, como el discurso de cuento de hadas de Vivian.
Al final, Pretty Woman es una de las fábulas más apreciadas de Hollywood y llevó a Julia Roberts a uno de sus momentos más altos como actriz. La película hoy es una de las más vistas del catálogo de Netflix, donde también se puede ver sus películas más reciente: Dejar el mundo atrás.