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10 años del MCU: Thor – El mundo oscuro

Tal como sucede en la primera cinta, Odín nos introdujo a su mundo expandiendo el Universo cinematográfico de Marvel a un uno con Dioses y otros planetas. Ahora, en Thor: The Dark World, el Padre de Todo expande la historia de Asgard contando la guerra que libró el abuelo de Thor contra los Elfos Oscuros. Una historia que no terminará de suceder generación tras generación.

Esto es Thor: El mundo oscuro.

De regreso al presente, Asgard se encuentra en guerra con el resto de los Nueve Reinos en un intento de lograr la paz entre todos ellos. Thor sigue combatiendo con el simple propósito de alcanzar su objetivo; tras la invasión de New York en Marvel’s The Avengers, ahora vemos un Dios del Trueno más maduro, aunque incompleto, pues le hace falta Jane.

En la Tierra, Jane se encuentra en Londres y al igual que el asgardiano, ella añora volver a ver a su amor. Gracias a un evento llamado “La Convergencia”, donde los 9 Reinos se alinean, Jane se reúne con Thor no sin antes absorber una sustancia llamada Aether que al final descubriremos será una de las Gemas del Infinito, la de la Realidad.

Muchos personajes de la primera entrega regresan: Darcy como el elemento de comedia, porque Marvel siempre necesita de su comedia característica; Erik Selvig regresa por tercera vez con un giro muy diferente a lo que habíamos visto en entregas anteriores. En algún punto entre Avengers y la segunda entrega de Thor, Erik Selvig perdió la cordura y se encuentra desnudo predicando en Stonehenge los hechos que afectarán a la Tierra. Finalmente, Jane regresa en un papel más importante: ella es el detonante para que Thor regrese a la Tierra, pero también tiene una aventura en Asgard cuando Odinson intenta curarla. Una vez en el planeta, Jane nos recuerda que toda la magia de Asgard en realidad es tecnología tratada como magia.

La familia real se encuentra dividida. Loki regresa a Asgard para ser castigado por sus crímenes y encerrado en la prisión. Odín se sigue mostrando como un rey benévolo pero tras la invasión de Asgard quiere resguardarse y no actuar, quizás atacado por los demonios del pasado; eventualmente esto lo llevará a perder el reino a manos de Loki y sus engaños.

Uno de los detonantes para el continuo avance y evolución al personaje de Thor es la muerte de su madre, Frigga, a quien vemos en una posición más poderosa que la película anterior. Por primera vez la vemos como guerrera, desafiando las órdenes de Odín y defendiendo a una humana (Jane).

Malekith, el villano de la cinta que lamentablemente muere sin dejaron ver realmente un reto para Thor, es el detonante para unir nuevamente a los hermanos favoritos del MCU. Loki, seguirá siendo Loki. Lo veremos convertirse de villano, a héroe, sacrificándose para salvar a Jane y de alguna manera reivindicarse por los desastres que cometió en la Tierra. Sin embargo, al final, lo veremos nuevamente convertirse en el villano que siempre ha sido, mostrándonos que el mal realmente habita en él. Al desarrollo del personaje interpretado por Tom Hiddleston, esto es un giro importante que nos dejará a la expectativa hasta su encuentro con Thanos.

En las escenas post créditos, vemos a Benicio del Toro como el coleccionista y a los Asgardianos hablando de dos Gemas del Infinito. Por otro lado en la segunda vemos el reencuentro entre Jane y Thor lo cual nos hace pensar que serán una pareja en la tercera entrada. Como todos sabemos, eso no sucede y lo poco que se había construido de su relación, desaparece.

El sentido del humor que se vio en Thor: Ragnarok se comenzó a manifestar en esta entrega a partir de dos gags muy bien logrados. El primero es el de Loki actuando del Capitán América; el segundo es cuando, en medio de la batalla, Thor es transportado al metro de Londres y tiene que subirse a éste, tomar tres estaciones y regresar a la batalla, viendo cómo un Dios Nórdico trata de adaptarse a la vida cotidiana de la Tierra.

El director Alan Taylor prometía mucho pues venía de dirigir varios episodios de Game Of Thrones y si bien ambos universos vienen de la mitología y la fantasía, parece que llevar a Thor: El mundo oscuro a un lugar más interesante fue más complejo de lo que se pensaba.